No todas las que han pasado a “la otra vida” deben ser honradas en el Día de Muertos, específicamente aquellas que fallecieron recientemente
Este domingo se celebrará el Día de Muertos en México, tradición donde se honra y conmemora a las y los fieles difuntos, a los seres que alguna vez amamos pero que se adelantaron en el camino. De acuerdo a la tradición, con la llegada del 2 de noviembre, se construye el tradicional Altar de Muertos, la ofrenda para que el alma de nuestros seres queridos disfruten durante su visita al mundo de los vivos, sin embargo, no es recomendable que todos nuestros difuntos sean conmemorados.
Quienes preparan la ofrenda reúnen papel picado, cajas de cartón, dulces, velas, espejos, fotografías de sus difuntos, flores de cempasúchil y los alimentos que más disfrutaban aquellos seres en vida. A pesar de esta buena intención, no todas las personas fallecidas deben ser honradas en el Día de Muertos, específicamente aquellas que fallecieron recientemente.
¿Por qué no se debe poner ofrenda a un recién fallecido en Día de Muertos?
La ofrenda para los difuntos ha sido una tradición que se ha pasado de generación en generación y tiene una mezcla de creencias prehispánicas (mexicas) y cristianas, y estas dos visiones, tanto ideológicas y religiosas, coinciden en ver la muerte de las personas como el inicio de una travesía de las almas, ya sea al Mictlán o al Paraíso.
Dado el sincretismo de esta festividad, las personas que siguen esta tradición han establecido que a las y los recién fallecidos no se les debe colocar ofrenda porque aún están en su recorrido hacia el más allá.
Las personas coinciden en que no se debe interrumpir el recorrido de las almas en el mundo espiritual para que no queden atrapados en el limbo o el Purgatorio, por lo que poner un altar en su honor sería igual que arrastrarlos de nuevo al mundo de los vivos y entorpecer su trascendencia al descanso eterno.
¿Puedo ofrecer algo para mi ser querido difunto este Día de Muertos?
En redes sociales circulan fotografías de sencillas ofrendas que se organizan en comedores, burós, mesas de centro y hasta en cubículos de oficina. Estas constan de velas y algunas flores de cempasúchil colocadas junto a la fotografía de la persona fallecida, y son realizadas con mucho amor y respeto para quienes se han adelantado en el camino este año. Por ello, se recomienda seguir este ejemplo para no poner trabas en el camino espiritual de nuestros seres queridos. Información de Informador
